Page 11 - JAMES
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MÁS VALOR TIENE EL QUE CAE Y SE LEVANTA
QUE EL QUE NUNCA HA CAÍDO
Debo confesar que cuando Monseñor Ginami
me propuso hacer parte de “JAMES” sentí mu-
chas cosas en mi corazón... No lo sabría expli-
car bien, era una mezcla entre alegría y nervios,
honor y responsabilidad, bendición y ansiedad.
Sensaciones que se debaten entre la carne y el
alma, las mismas que nos invaden a todos cuan-
do se presentan retos o nuevas experiencias que
nos sacan del refugio cómodo de las actividades
normales y rutinarias, y que muy pocas veces
tenemos la calma de identificarlas. He aprendi-
do a darme cuenta de que cuando siento miedo
es la carne la que siente miedo, y cuando logro
dominarlo y mi alma se vuelve valiente, es el
Espíritu que no me desampara y me ayuda día
a día a tener fe.
Esta es la lucha de siempre, solo hasta hace
unos años he venido aprendiendo a identificar
mis sentimientos y encausarlos en beneficio del
logro de mis objetivos.
Ahora que estoy compartiendo mis procede-
res y mis sentires, mi alma me dice: “nada pasa
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